miércoles, 10 de junio de 2015

TAREA # 2. Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México SEMARNAT

Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad  en México SEMARNAT



La sustentabilidad de México es posiblemente el mayor desafío que enfrenta nuestro país hoy en día. Ante un panorama de degradación ambiental poco alentador y con situaciones tales como la escasez del agua, la pérdida de la biodiversidad, de los bosques y las selvas, y la contaminación, entre muchos otros problemas, se hace evidente la necesidad de lograr una ciudadanía que tenga las competencias para enfrentar estos retos y encontrar soluciones.
Para que México pueda transitar por el camino hacia la sustentabilidad es necesaria una estrategia integral de educación y de comunicación que fomente los conocimientos, valores y actitudes de responsabilidad y respeto necesarios para lograr un mejor medio ambiente.
El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) de la Semarnat se dio a la tarea de trabajar coordinadamente, con las distintas instancias de todos los ámbitos, para tejer el entramado necesario que permitiera la construcción de una política de estado que sustente y enmarque los programas y las acciones de educación para la sustentabilidad en todo el país. 
Este trabajo ha implicado seis años de labor (2000-2006), y los resultados son los Planes estatales de educación ambiental, capacitación para el desarrollo sustentable y comunicación educativa, el Programa Ambiental para la Juventud (PAJ), los programas ambientales en las instituciones de educación superior, así como numerosas sinergias con otras secretarías de Estado, tanto federales como estatales, instituciones, organizaciones no gubernamentales, empresas e individuos preocupados y comprometidos con la educación ambiental.
Así mismo, el inicio del Decenio de las Naciones Unidas para la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) encargado a la UNESCO para su ejecución, brinda una oportunidad renovada para poner a la educación para la sustentabilidad como eje de las políticas públicas de manera transversal, intención que ha sido plasmada en el Compromiso Nacional de la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, suscrito en México el 11 de marzo de 2005 por actores estratégicos de distintos sectores.
Ambas iniciativas han conformado las condiciones institucionales necesarias para abordar la construcción de la presente Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México, la cual es un instrumento construido colectivamente y presenta un análisis de los avances, pendientes y propone las líneas de acción que habrán de establecerse para ubicarla en el papel relevante que se requiere como gestora de la sustentabilidad del país en un horizonte de mediano plazo, y que consolide el trabajo realizado y la experiencia adquirida por cientos de educadores ambientales en instituciones más sólidas, con financiamiento, de mayor relevancia política en el campo de la educación ambiental y acciones contundentes que se reflejen en una cultura ambiental de la población.
El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), y la Secretaría de Educación Pública (SEP). Estas instancias del gobierno federal han impulsado el Compromiso Nacional por la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, el cual ha sido suscrito por el Presidente de la República y por múltiples representantes de diversos sectores de la vida política, económica, social, educativa y cultural de México. 
En este sentido, se definió la Estrategia como una herramienta de planificación de carácter general, en la que se formularían orientaciones articuladas y de nivel macro, para el rumbo de las políticas en materia de educación ambiental para la sustentabilidad en el país. Con base en lo anterior, se planeó elaborar una estrategia con las siguientes características:
  • Participativa e incluyente: el principio de la máxima participación social posible estuvo presente, lo que significó crear las condiciones propicias para que todo actor social que estuviera dispuesto a plasmar comentarios y propuestas, lo hiciera sin restricciones.

  • Autónoma y plural: el proceso de elaboración de la Estrategia no estuvo supeditado a una institución, sino que se desenvolvió con autonomía, buscando reflejar las posiciones plurales existentes en el campo.
  • Abierta y flexible: la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México no es un documento que pueda considerarse concluido ni sus propuestas deben asumirse con rigidez; es más bien un proceso abierto que implicará ajustes y actualizaciones y cuyos planteamientos deberán adecuarse a las condiciones cambiantes del contexto de la educación nacional.
  • Comprehensiva e integral: el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad requiere un planteamiento estratégico que abarque las distintas modalidades educativas, los diferentes actores sociales involucrados, los distintos subcampos de acción (investigación, comunicación, legislación, entre otros).    
En este sentido, la Estrategia proyecta un enfoque comprehensivo, con clara convicción que éste debe favorecer la elaboración de propuestas específicas, con una jerarquización, un orden y una síntesis para incluir lo más sustancial para el desarrollo de la EAS.




Educación ambiental para la sustentabilidad: consideraciones conceptuales y prácticas para su futuro.

El desarrollo y la crisis ambiental

Los patrones actuales de producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas.
La tendencia que ha llevado a igualar desarrollo con crecimiento cuantitativo generó que los gobiernos nacionales tomaran al mundo como un escenario de lucha económica, donde los países compiten por una mejor posición en el Producto  Mundial Bruto (PMB), es decir, el valor total de la riqueza producida por la sociedad planetaria.

La sustentabilidad como marco para la educación ambiental

Independientemente de las diferencias en la forma de entender lo que es la sustentabilidad, los educadores ambientales deben considerar las dimensiones siguientes: 
a) Ecológica, se relaciona con la preocupación por los ecosistemas y la garantía de mantener en el largo plazo la base material en la que se sustentan las sociedades humanas.
b) Económica, que implica asegurar tanto las oportunidades laborales, en un contexto de equidad, para los miembros de una sociedad, como el flujo de bienes y servicios que satisfagan las necesidades definidas por ésta.
c) Política, que se refiere, en términos de Guimaraes (1994), en el plano micro, a la democratización de la sociedad, y en el plano macro, a la democratización del Estado, y a la necesidad de construir ciudadanía y buscar garantizar la incorporación plena de las personas a los procesos de desarrollo.

Como señala Barkin (2001), la sustentabilidad es una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones, lo que significa que en el mismo grado de preocupación por proteger la diversidad biológica, la educación ambiental para la sustentabilidad debe procurar intencionadamente la protección de la pluralidad política e ideológica en las sociedades modernas, y abrirle cauces para que se exprese, no sólo en las tribunas públicas donde se realiza el debate social, sino en los espacios de participación cívica.
La educación, como fundamento de la sustentabilidad, se reafirmó en la Cumbre de Johannesburgo mediante un compromiso plasmado en el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre de Río, realizada en 1992.

Actuales tendencias de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad

Hay consenso entre los actores sociales involucrados en el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad de que ésta no posee aún un cuerpo teórico consolidado. Esta debilidad puede explicarse por varios factores:

a) La corta trayectoria de esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años.
b) La muy reciente identidad y despunte de la investigación en educación ambiental.
c) La predominancia de esfuerzos prácticos, no sólo extracurriculares, sino en muchos casos anti-intelectuales.
d) La preponderante presencia en el surgimiento y desarrollo del campo de profesionales de las ciencias naturales que, a pesar de sus muchos aportes brindados, no tenían como prioridad el fortalecimiento teórico-filosófico y pedagógico de la educación ambiental.
e) La confluencia de varias disciplinas para la construcción del campo, que genera una tendencia hacia paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene la suficiente madurez, dada su escasa tradición teórica y epistemológica.

Dimensiones y planos a profundizar en la educación ambiental para la sustentabilidad

La literatura sobre educación ambiental ha venido planteando que el añadido de temas ecológicos en los currícula de la educación formal, no formal e informal es una de las maneras de empobrecer la perspectiva de esta tendencia educativa. En este sentido, se ha señalado que la educación ambiental para la sustentabilidad interviene en distintas dimensiones y planos que se vinculan con lo específicamente educativo.

  • La dimensión comunicativa-educativa ambiental. Hasta ahora los procesos de comunicación educativa ambiental han sido poco abordados desde una perspectiva teórica, y más bien se les ha dado un carácter meramente instrumental, especialmente referido al manejo de medios, producción indispensable ahondar en este campo para enriquecer el cuerpo conceptual dela comunicación educativa para lograr un proceso cognoscitivo real en el individuo que apueste a cambios de actitud.
  • El contexto de la comunicación en las reuniones de educación ambiental. Para contextualizar la comunicación en un significado amplio y con ello analizar la trayectoria de la educación ambiental respecto de sus demandas a la comunicación, sus alcances, límites y retos, se propone entender la comunicación, en primer término, como un proceso que relaciona a dos o más sujetos permitiendo la producción en común de sentido de acuerdo a reglas convencionales en un contexto sociocultural determinado donde se construye como práctica de significación (Fuentes y Luna, 1984).Entonces, en primera instancia “comunicar” significa compartir, establecer cierta participación en común con alguien (Schramm, 1987). En segunda instancia, la comunicación tiene un carácter colectivo, que ordena u organiza la relación entre los sujetos de una sociedad. En este sentido, la comunicación establece una relación eminentemente humana, que hace uso de determinados medios, canales, códigos para el entendimiento, del consenso, del disenso de la formación de marcos de decisión, de opinión y de interés.
  • Relación entre comunicación, educación y organización. Como se ha dicho, en todo proceso educativo la comunicación juega un papel múltiple que pone de manifiesto una forma, un concepto y una teoría de la comunicación que determina de manera general:
-  Las relaciones entre los sujetos del proceso educativo.
·        -  La producción de mensajes y los medios y canales de los cuales se utilizan.
·        - La forma de construir o acceder al conocimiento. Es decir, la significación de los mensajes o de la realidad a conocer y a recrear.
·      - El papel transformador de la cultura en colectividades, al generar una nueva lectura de la realidad y una nueva forma de relacionarse con ella.

Antecedentes y avances del marco legal de la educación ambiental en México

En el país existe una tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental,  principalmente, dentro del sector ambiental; es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre EA se encuentran en la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación. En este marco resulta lógico que el proceso de institucionalización de este campo se iniciara con la creación, en 1983, de la Dirección de Educación Ambiental de la Sedue, a partir de la cual se ha desenvuelto como un campo emergente muy influenciado por la educación no formal. En consecuencia, el sistema educativo nacional se ha sentido débilmente interpelado para incorporar la EA en la currícula de los distintos niveles educativos.

Aspectos constitucionales y de la legislación federal

La educación ambiental para la sustentabilidad, pensada en el marco de los términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe considerar la distribución de las competencias que en materia de educación y de desarrollo sustentable corresponden a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, lo cual que implica:
Garantizar a todo individuo la educación ambiental para la sustentabilidad, conforme al artículo 2º; y también a los pueblos y comunidades indígenas, con el fin de conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras; garantizar que la EAS, a través de sus diferentes modalidades, contribuya al desarrollo sustentable por medio de procesos de información, comunicación, capacitación y la participación organizada de las personas, para llevar a cabo las acciones relativas a la protección del ambiente, la conservación y restauración de los ecosistemas, así como en la prevención y combate contra la contaminación, en forma individual o colectiva; regular que la educación ambiental para la sustentabilidad se incluya en los diversos niveles que conforman el sistema educativo nacional, para contribuir a que los educandos construyan conocimientos, formen valores, adquieran actitudes y habilidades y actúen para el mejoramiento del ambiente y eleven su calidad de vida y la de su comunidad; formular, establecer y aplicar la Política Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad y sus instrumentos, de manera que sean compatibles con la protección, preservación, restauración y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad y los ecosistemas, con criterios de democracia, equidad y justicia social; definir las atribuciones que en materia de educación ambiental para la sustentabilidad corresponden a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, bajo el principio de concurrencia previsto en el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como establecer las disposiciones que serán consideradas por los gobiernos locales en la regulación de las distintas formas de EAS que conforme a la Ley sean de su competencia; establecer los mecanismos y procedimientos de coordinación, inducción y concertación entre autoridades, entre éstas y los sectores social y privado, así como con personas y grupos sociales, en materia de EAS; fortalecer y promover la investigación educativa y el desarrollo científico, así como la innovación tecnológica, en materia ambiental, y regular la comunicación educativa para la sustentabilidad, la difusión y divulgación de información de contenidos ambientales en apoyo a los programas previstos.

Los principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por México

Los tratados e instrumentos globales que deben considerarse para nutrir la política nacional de educación ambiental para la sustentabilidad son, entre otros, los siguientes:
  •             Seguridad alimentaria: Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
  •          Biodiversidad (flora y fauna): Convención para la Protección de la Flora, Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales.
  •    Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar); Protocolo que modifica la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres; Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres, y Convenio sobre la Diversidad Biológica.
  •    Comercio e industria (economía): Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994).
  •     Acuerdo por el que se Establece la Organización Mundial del Comercio; Convención de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); Decisión sobre el Comercio de Servicios y el Medio Ambiente; Informe (1996) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Informe (1997) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Convenio para un Consenso Mundial respecto a la Ordenación, la Conservación y el Desarrollo Sostenible de los Bosques de Todo Tipo.
  •    Materiales y residuos peligrosos (medio ambiente): Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación.
  •     Patrimonio cultural y natural: Decreto de Promulgación del Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural adoptado en París el 23 de noviembre de 1972.
  •      Suelo: Decreto de promulgación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación.
  •     Atmósfera (medio ambiente): México ha firmado el Acuerdo de Kioto, para colaborar con los programas de Capa de ozono y Cambio climático.
  •   Medio ambiente y desarrollo sostenible: Acta final de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el Convenio sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos; Objeto de Comercio Internacional; Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, Cumbre de la Tierra, Río 1992.
LA INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL



En nuestro país, a pesar de su crecimiento, la investigación en educación ambiental (IEA) presenta diversos problemas y rezagos, como procesos de producción no delimitados, trastrocamiento entre la práctica y la investigación, difusión limitada de los resultados y productos, falta de reconocimiento social, inexistencia de una estrategia de formación que acredite a los investigadores de este campo, en el marco de un amplio debate respecto de su necesidad,  pertinencia, identidad, perspectivas, objetivos, metodologías, entre otros. Sin embargo, los logros alcanzados se han constituido como un elemento central para la consolidación del campo de la educación ambiental. Si bien el camino de la IEA ha sido largo, hoy día se reconocen avances notables, por lo que su inclusión en la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad resulta relevante.
La complejidad de la IEA no es producto sólo de situaciones internas; también refleja lo sucedido en el campo más amplio de la educación ambiental, tema abordado en el marco teórico del presente documento. En este sentido, el debate conceptual, político, paradigmático y práctico de la educación ambiental enmarca el sentido y la orientación de la propia investigación, al definir los temas a investigar, enfoques, prioridades, metodologías y resultados en un proceso continuo, característico de la dinámica educativa.

EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL URBANA

La educación ambiental no formal urbana, constituye una de las modalidades de este campo pedagógico que ha tenido un mayor crecimiento en los últimos años, lo cual es resultado de diversos factores, entre los que destacan como consecuencia de estos factores, en la actualidad se observa una oferta creciente de proyectos de educación ambiental urbana, que no obstante su diversidad presenta interesantes coincidencias en cuanto a los problemas ambientales atendidos y los enfoques prevalecientes.
Las fechas que se conmemoran con mayor frecuencia en México, con las adecuaciones inherentes a las características ecológicas derivadas de la ubicación de los centros urbanos en las distintas regiones del país, son:

  • Día Internacional de los Humedales: 2 de febrero.
  • Día Mundial del Agua: 22 de marzo.
  • Día de la Tierra: 22 de abril.
  • Día Mundial del Medio Ambiente: 5 de junio.
  • Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía: 17 de junio.
  • Día del Árbol: 2do. jueves de julio.
  • Día Mundial del Hábitat:1º de octubre.
  • Día Nacional de la Conservación. 27 de noviembre.

El calendario cívico y vacacional hace que prácticamente pase inadvertida la celebración de algunas fechas, como el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono, que se conmemora el 16 de septiembre o el Día Mundial de la Diversidad Biológica, que se celebra el 29 de diciembre.

EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL EN EL MEDIO RURAL

La EANFMR no es una forma de organizar la enseñanza que sea homogénea en sus enfoques y propuestas operativas, a excepción de compartir la misión general de educar para el cuidado de la naturaleza y de hacerlo de manera desescolarizada.
La EANFMR es una modalidad que comprende todos los esfuerzos sistemáticos de sensibilización, formación y capacitación ambiental relacionados con las actividades de los habitantes rurales en sus espacios cotidianos. De manera complementaria, la EANFMR incluye los programas que tienen como fin educar ambientalmente a la población, escolar y no escolar, para el cuidado de la naturaleza, conviviendo con ella en experiencias educativas. En ese sentido, la
EANFMR comprende los planes, programas y proyectos que se realizan en centros culturales ambientales.

Organismos gubernamentales

En la década de los años 80 se inicia el registro de la intervención de esta clase de organismos en programas de EANFMR.4 La Secretaría de Salud y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) fueron pioneras. En los años 90 se fortalece la EANFMR con la participación del Consejo Nacional de Población (Conapo), el Instituto Nacional Indigenista (INI) y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos.

MISIÓNVISIÓN Y OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Misión

Desarrollar políticas públicas en materia de educación ambiental para la sustentabilidad, tanto en el plano nacional como local, que favorezcan la construcción de una cultura ambiental, el incremento en la calidad de vida de la población, el fortalecimiento de la ciudadanía y de las múltiples identidades culturales del país, y la protección de los ecosistemas y su biodiversidad.

Valores

La misión tiene sentido en el marco de una ética ambiental que considera un repertorio de valores humanos, entre los que destacan los siguientes, sin menoscabo de otros que aporten a la sustentabilidad:

·        -  Respeto a la vida en todas sus manifestaciones, especies y ciclos naturales.

·        -  Equidad y solidaridad (justicia social y económica, corresponsabilidad, compromiso con los pobres).

·         - Respeto a la diversidad humana (tolerancia a las diferencias, colaboración, observancia de los derechos humanos).

Visión

En México, en el año 2014, la educación ambiental para la sustentabilidad es una política pública, construida con amplia participación social, en los ámbitos de gobierno federal, estatal y municipal, que se manifiesta de manera transversal en los quehaceres sociales y es un elemento estratégico en el Plan Nacional de Desarrollo, en el Programa Nacional de Educación y en el de Medio Ambiente, así como en los programas sectoriales nacionales y estatales, en especial los de medio ambiente, educación y desarrollo.
Existe una estrategia nacional en operación con impactos sociales y ambientales que favorecen un cambio cultural impulsado por una sociedad activa que diseña y ejecuta programas y proyectos consolidados, fundamentados en una institucionalidad fuerte, en una ciudadanía crítica y participativa, en la incorporación de la educación ambiental para la sustentabilidad en todos los niveles educativos, en una amplia y sólida oferta de formación de educadores y de promotores, así como en la investigación y divulgación científica y la revaloración de los saberes tradicionales.

Objetivos Estratégicos

Se consideran los siguientes objetivos estratégicos, los cuales tienen su sentido en la misión y procuran, por lo tanto, contribuir a su cumplimiento:

1. Consolidar la educación ambiental para la sustentabilidad como una política pública fundamentada en una legislación, tanto específica, como transversal, a otros campos relacionados; en una institucionalidad sólida, gubernamental y civil; y en recursos financieros significativos para la realización de programas y proyectos relevantes que tengan como fin la construcción de una cultura ambiental en el país.

2. Conformar una amplia oferta de formación ambiental que permita al país y a sus distintas regiones contar con docentes, educadores y promotores ambientales y recursos humanos estratégicos y operativos, profesionalizados, capaces de responder a las demandas que en materia de EAS plantee la construcción de la sustentabilidad y de una ciudadanía crítica, propositiva y activa en los ámbitos nacional, estatal, municipal y local.

3. Contar con marcos jurídicos e instituciones nacionales, regionales y locales responsables del desarrollo de la educación ambiental para la sustentabilidad, y con mecanismos de concertación, coordinación y cooperación interinstitucionales e intersectoriales capaces de operar las políticas públicas definidas en este campo educativo.

4. Consolidar el campo de conocimiento en materia de EAS a través de programas de sistematización y evaluación de las prácticas, de impulso a las innovaciones educativas, de formación de investigadores, de mecanismos de articulación, comunicación, difusión e intercambio de experiencias entre los educadores y promotores ambientales.

PLANEACIÓN ESTRATÉGICA

En función del diagnóstico realizado, de la misión, de la visión y del análisis FODA, se definieron cuatro asuntos estratégicos, es decir, asuntos que inciden en todas las modalidades de educación y comunicación ambiental que se abordan en los capítulos de diagnóstico de la EAS y que requieren una atención prioritaria para que el campo de la EAS no pierda las posiciones ganadas, entre en decadencia o se haga irrelevante en el conjunto de los esfuerzos educativos y en el proceso de construcción de la sustentabilidad en el país. Así mismo, para cada uno de los cuatro asuntos estratégicos se definieron las líneas de acción que deben considerarse, los objetivos y las acciones cruciales centrales a realizar. Cabe destacar que este capítulo no fue elaborado desde el principio de exhaustividad, sino que se han incluido sólo aquellas ideas que los foros de consulta, los expertos y los documentos revisados plantean como centrales o prioritarios; en este sentido, por ejemplo, las acciones cruciales propuestas son las que lograron mayor nivel de consenso, y son sólo algunas de las muchas que pueden proponerse para fortalecer el campo.

OPERACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL

Para el establecimiento y consecución de la misión, los objetivos y las metas de la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México es necesario considerar algunos puntos de partida que establecen los acuerdos básicos de operación, derivados del proceso de consulta a la comunidad de educadores ambientales en el país.




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