miércoles, 25 de marzo de 2015

SEGUNDA UNIDAD; INVESTIGACIÓN 1 Y 2

"Códigos para la transmisión de la información geográfica"





Se denomina información geográfica a aquellos datos espaciales georreferenciados requeridos como partes del sistema nervioso y operaciones científicas, administrativas o legales. Dichos geodatos poseen una posición implícita (la población de una sección censal, una referencia catastral, etc.) o explícita (coordenadas obtenidas a partir de datos capturados mediante GPS, etc.). Se estima que el 80% de los datos corporativos existentes en todo el mundo poseen esta componente geográfica. 

En una ciencia como la Geografía, los contenidos se transmiten también por diferentes códigos.

El lenguaje oral, el lenguaje escrito, el lenguaje gráfico, icónico o simbólico, son algunos ejemplos empleados en la didáctica de esta disciplina. Estos códigos emplean distintos medios de transmisión o canales, como la palabra, la pizarra, el papel, el libro, el ordenador, las TICs, etc. El contenido informativo de la comunicación se concreta en el mensaje, que tiene como finalidad la de aportar información que sea significativa para el sujeto receptor. Éste a su vez tiene la función de descifrar, decodificar, interpretar y traducir el mensaje expresado por el emisor, quien a su vez codifica la información para que sea significativa e interpretable y la transmite. Si la comunicación ha sido eficaz, el emisor y el receptor comparten el mismo significado del mensaje. Éste sin embargo puede ser ambiguo y expresar connotaciones que impidan una correcta concordancia de significados y por tanto dificulten la comprensión y con ello la comunicación.

En una disciplina como la didáctica de la geografía el emisor se corresponde con el profesor o docente, el receptor con el alumno o discente, el mensaje con el contenido propio de esta ciencia (adaptado a las necesidades, intereses y edades del receptor), y los medios o canales el libro de texto, las fichas, la pizarra, el proyector, el ordenador, etc. El código, sistemas de signos, señales y reglas que permite hacer comprensible y significativo el mensaje geográfico, puede adoptar diferentes formas.

En geografía este código se suele expresar, entre otros, mediante un lenguaje verbal. Pero también, y muy especialmente en esta disciplina, por medio de un lenguaje cartográfico, a través de mapas. A finales del siglo XVIII el cartógrafo y astrónomo E. Halley expresaba que «mediante el uso de mapas ciertos fenómenos pueden ser comprendidos mejor que a través de cualquier descripción verbal.



El lenguaje cartográfico


El mapa se puede definir como una representación selectiva, abstracta, simbólica y reducida de la superficie terrestre en su totalidad o parcialmente. Esta representación incluye una serie de elementos propios del lenguaje cartográfico, como son la escala, la orientación, la localización, la distribución y los símbolos, que pueden ser puntos, líneas y/o polígonos, además de textos. Algunos autores consideran que un mapa no tiene por qué ser gráfico ni de la superficie terrestre (hay mapas de la Luna, mapas genéticos, etc.). 

Según D. Buisseret lo que hace que un mapa sea un mapa es su cualidad de representar una situación local; tal vez deberíamos llamarlo imagen de situación o sustituto situacional. La función principal de esa imagen es transmitir información situacional.

El mapa como instrumento técnico tiene una función concreta como medio para conocer y comprender un territorio y los diferentes fenómenos geográficos, así como base de datos y de información territorial y espacial.

El mapa como instrumento didáctico tiene la función principal de alfabetizar cartográficamente, de enseñar y aprender a leer en este lenguaje, a interpretar y comprender el lenguaje cartográfico y a construir significados a partir del mismo.

El estudio del mapa no es sólo una herramienta geográfica sino un lenguaje que toda persona educada debe de dominar puesto que es imprescindible para el hombre adulto y, por ese valor que su conocimiento tiene, el trabajo con el mapa y la manera de transmitir su lenguaje se ha convertido en una preocupación de los profesores de geografía en muchos países.

Por último, el mapa como instrumento educativo tiene la función de comunicar una realidad que permita al receptor del mensaje interpretarlo de manera crítica, con el fin de desarrollar sus capacidades intelectuales, cognitivas, procedimentales y actitudinales.

La educación se produce en un medio concreto, en un contexto geográfico, natural, social y cultural que proporciona estímulos, valores, actitudes, conductas y, en definitiva, contenidos educativos. Y puesto que la finalidad socializadora de la educación es ayudar al educando a integrarse y adaptarse a su medio, los mapas como instrumento educativo cumplen esa función educadora. 

Permiten conocer el mundo en el que viven, los fenómenos que les afectan, sus relaciones con el medio, etc. Pero sobre todo el lenguaje cartográfico permite, a través del uso selectivo, adecuado y apropiado de mapas: 

- Desarrollar la curiosidad.
- Proponer la solución de problemas espaciales, ambientales y sociales.
- Idear soluciones alternativas.
- Relacionar la información cartográfica con la realidad.
- Localizar la información necesaria para transformarla en un conocimiento útil, crítico, válido y aplicado que pueda ser utilizado en la vida cotidiana.
- Fomentar el desarrollo de valores ambientales y sociales.

Un sistema de información geográfica, es un conjunto de herramientas que integra y relaciona diversos componentes (usuarios, hardware, software, procesos) que permiten la organización, almacenamiento, manipulación, análisis y modelización de grandes cantidades de datos procedentes del mundo real que están vinculados a una referencia espacial, facilitando la incorporación de aspectos sociales-culturales, económicos y ambientales que conducen a la toma de decisiones de una manera más eficaz.
El SIG funciona como una base de datos con información geográfica (datos alfanuméricos) que se encuentra asociada por un identificador común a los objetos gráficos de los mapas digitales. De esta forma, señalando un objeto se conocen sus atributos e, inversamente, preguntando por un registro de la base de datos se puede saber su localización en la cartografía.

La razón fundamental para utilizar un SIG es la gestión de información espacial. El sistema permite separar la información en diferentes capas temáticas y las almacena independientemente, permitiendo trabajar con ellas de manera rápida y sencilla, facilitando al profesional la posibilidad de relacionar la información existente a través de la topología geoespacial de los objetos, con el fin de generar otra nueva que no podríamos obtener de otra forma.
Las principales cuestiones que puede resolver un sistema de información geográfica, ordenadas de menor a mayor complejidad, son:
- Localización: preguntar por las características de un lugar concreto.
- Condición: el cumplimiento o no de unas condiciones impuestas al sistema.
- Tendencia: comparación entre situaciones temporales o espaciales distintas de alguna característica.
- Rutas: cálculo de rutas óptimas entre dos o más puntos.
-    Pautas: detección de pautas espaciales.
-       Modelos: generación de modelos a partir de fenómenos o actuaciones simuladas.
Por ser tan versátiles, el campo de aplicación de los sistemas de información geográfica es muy amplio, pudiendo utilizarse en la mayoría de las actividades con un componente espacial. La profunda revolución que han provocado las nuevas tecnologías ha incidido de manera decisiva en su evolución.

 

"Técnicas de recolección de información geográfica"

 La cartografía ha sido siempre un recurso de expresión gráfica inseparable de la noción que, en un cierto momento o lugar, ha tenido el hombre acerca de su ubicación con respecto a todo lo que le rodea. En el ir y venir del ser humano por su territorio, el primer mapa que creó fue un mapa mental, anterior al pictograma o a cualquier otra expresión gráfica. Así, el documento cartográfico primigenio nació de la necesidad de comunicar esta noción geográfica elemental a sus semejantes, ya sea con fines de alimentación, vivienda o refugio.

 

 

El carácter científico de la geografía surge hasta la Grecia clásica, donde la cartografía se convirtió en su medio de expresión. Las matemáticas, la geometría y la astronomía transformaron, a la cartografía, en el soporte gráfico fundamental para conocer, medir y trazar, no sólo la superficie del planeta, sino la del universo mismo. Es en esta época cuando Eratóstenes crea la primera red de meridianos y paralelos, y determina por primera vez la longitud de la circunferencia terrestre.
A lo largo de esta época y como resultado de los avances tecnológicos, se comienza a utilizar la fotografía aérea como base para la elaboración de los mapas topográficos, para la evaluación de los crecimientos urbanos, la planeación de las actividades agrícolas, la construcción de vías de comunicación y, sobre todo, para cuestiones militares y de seguridad nacional. La fotografía aérea, comparada con los métodos de levantamientos directos de campo, permite recolectar más información en menos tiempo y a un menor costo. Serán las necesidades bélicas las que promoverán la utilización de los métodos fotogramétricos (vigentes hasta nuestros días) para la elaboración rápida de diversos tipos de mapas.
Como parte de las actividades bélicas se iniciaron las actividades de elaboración de diversos tipos de cartas y mapas, tales como cartas aeronáuticas, mapas de objetivos, del relieve y en relieve, fotoplanos, cartas para la detección de barcos en los puertos, planos de población, mapas por radar, de aterrizaje y de carreteras, cartas marinas, mapas de salvamento y publicaciones especiales.
Influido por la segunda guerra mundial, nuestro país, a través de la Comisión Geográfico Militar inició la elaboración de la Carta General de los Estados Unidos Mexicanos con el uso de fotografías aéreas y levantamientos geodésicos, pero es hasta la creación de la Comisión de Estudios del Territorio Nacional y Planeación (CETENAP) cuando comienza un gran esfuerzo nacional, sin precedentes, de realizar el inventario de los recursos naturales e infraestructura del país y representarlo mediante cartografía. Esta comisión es el antecedente directo de la actual Dirección General de Geografía del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Desde la mitad del siglo XX, la ciencia geográfica logra sobrepasar el enfoque descriptivo e histórico con el que por tradición se le había identificado, y busca nuevas opciones para llevar a cabo sus estudios; se ve influenciada, en una primera fase, por las técnicas cuantitativas, generándose así una actividad geográfica sustentada en metodologías apegadas al rigor del pensamiento científico.
Esta disciplina hace referencia a la generación de modelos, al espacio y a la dimensión temporal utilizando los últimos adelantos técnicos para el procesamiento de los datos. Considera también a las matemáticas aplicadas como una disciplina que da solución a problemas específicos del medio físico, de ordenamiento del territorio, de preservación y conservación de recursos y contribuye a la planeación del desarrollo social y económico.
En una segunda etapa, la cartografía y la información geográfica han sido fuertemente impactadas por el desarrollo de la informática y por el entorno digital consecuente.
El avance científico y el desarrollo tecnológico alcanzado en la centuria pasada, sobre todo en las tres últimas décadas, ha modificado la forma tradicional de abordar y realizar las actividades humanas. La revolución tecnológica que dio paso a la era de la computación, trajo consigo la rápida evolución de la informática. Con ello se lograron reducir los tiempos para procesar, archivar y recuperar grandes volúmenes de datos, la posibilidad de ejecutar una amplia gama de combinaciones en el manejo de diversas variables, así como el estudio y manipulación de situaciones hipotéticas que, sin el uso de las computadoras, serían muy difíciles de efectuar.
Así, gradualmente, en las últimas décadas del siglo pasado, se comenzaron a utilizar las nuevas tecnologías para generar información geográfica. Entre estas tecnologías destacan la percepción remota (imágenes de satélite), la moderna fotografía aérea, la fotogrametría digital, el sistema de posicionamiento global (GPS) y los sistemas de información geográfica.
Con estos antecedentes, la generación de documentos cartográficos entró en un nuevo entorno de producción digital cuyo antecedente más cercano lo constituyó el establecimiento de sistemas de diseño asistido por computadora (CAD); también la toma de imágenes, desde satélites, por medio de sensores diversos y el diseño de innovadores sistemas de almacenamiento de datos con capacidad para administrar grandes volúmenes de información, sentaron los fundamentos para el desarrollo de los modernos sistemas de producción.
En términos generales, es importante enfatizar que la evolución tecnológica ha permitido alcanzar mayores precisiones en la recolección de los datos, agilizar su captura y acelerar los procesos de ajuste y tratamiento de la información.





REFERENCIAS:
1.  http://www.bibliotecaspublicas.es/villarrubiadelosojos/imagenes/contenido_7636.pdf
2. http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/tecnologia/tecnologias.pdf