Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México SEMARNAT
La sustentabilidad de México es posiblemente el mayor
desafío que enfrenta nuestro país hoy en día. Ante un panorama de degradación
ambiental poco alentador y con situaciones tales como la escasez del agua, la
pérdida de la biodiversidad, de los bosques y las selvas, y la contaminación,
entre muchos otros problemas, se hace evidente la necesidad de lograr una
ciudadanía que tenga las competencias para enfrentar estos retos y encontrar
soluciones.
Para que México pueda transitar por el camino hacia la
sustentabilidad es necesaria una estrategia integral de educación y de
comunicación que fomente los conocimientos, valores y actitudes de responsabilidad
y respeto necesarios para lograr un mejor medio ambiente.
El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo
Sustentable (Cecadesu) de la Semarnat se
dio a la tarea de trabajar coordinadamente, con las distintas instancias de
todos los ámbitos, para tejer el entramado necesario que permitiera la
construcción de una política de estado que sustente y enmarque los programas y
las acciones de educación para la sustentabilidad en todo el país.
Este trabajo ha implicado seis años de labor (2000-2006), y
los resultados son los Planes estatales de educación ambiental, capacitación
para el desarrollo sustentable y comunicación educativa, el Programa Ambiental
para la Juventud (PAJ), los programas ambientales en las instituciones de
educación superior, así como numerosas sinergias con otras secretarías de
Estado, tanto federales como estatales, instituciones, organizaciones no
gubernamentales, empresas e individuos preocupados y comprometidos con la
educación ambiental.
Así mismo, el inicio del Decenio de las Naciones Unidas para
la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) encargado a la
UNESCO para su ejecución, brinda una oportunidad renovada para poner a la
educación para la sustentabilidad como eje de las políticas públicas de manera
transversal, intención que ha sido plasmada en el Compromiso Nacional de la
Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, suscrito en México el 11
de marzo de 2005 por actores estratégicos de distintos sectores.
Ambas iniciativas han conformado las condiciones
institucionales necesarias para abordar la construcción de la presente
Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México, la cual es
un instrumento construido colectivamente y presenta un análisis de los avances,
pendientes y propone las líneas de acción que habrán de establecerse para ubicarla
en el papel relevante que se requiere como gestora de la sustentabilidad del
país en un horizonte de mediano plazo, y que consolide el trabajo realizado y
la experiencia adquirida por cientos de educadores ambientales en instituciones
más sólidas, con financiamiento, de mayor relevancia política en el campo de la
educación ambiental y acciones contundentes que se reflejen en una cultura
ambiental de la población.
El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo
Sustentable (Cecadesu), y la Secretaría de Educación Pública (SEP). Estas
instancias del gobierno federal han impulsado el Compromiso Nacional por la
Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, el cual ha sido suscrito
por el Presidente de la República y por múltiples representantes de diversos
sectores de la vida política, económica, social, educativa y cultural de
México.
En este sentido, se definió la Estrategia como una
herramienta de planificación de carácter general, en la que se formularían
orientaciones articuladas y de nivel macro, para el rumbo de las políticas en
materia de educación ambiental para la sustentabilidad en el país. Con base en
lo anterior, se planeó elaborar una estrategia con las siguientes
características:
- Participativa e incluyente: el principio de la máxima participación social posible estuvo presente, lo que significó crear las condiciones propicias para que todo actor social que estuviera dispuesto a plasmar comentarios y propuestas, lo hiciera sin restricciones.
- Autónoma y plural: el proceso de elaboración de la Estrategia no estuvo supeditado a una institución, sino que se desenvolvió con autonomía, buscando reflejar las posiciones plurales existentes en el campo.
- Abierta y flexible: la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México no es un documento que pueda considerarse concluido ni sus propuestas deben asumirse con rigidez; es más bien un proceso abierto que implicará ajustes y actualizaciones y cuyos planteamientos deberán adecuarse a las condiciones cambiantes del contexto de la educación nacional.
- Comprehensiva e integral: el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad requiere un planteamiento estratégico que abarque las distintas modalidades educativas, los diferentes actores sociales involucrados, los distintos subcampos de acción (investigación, comunicación, legislación, entre otros).
Educación ambiental para la sustentabilidad: consideraciones conceptuales y prácticas para su futuro.
Los patrones actuales de
producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la
profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas.
La tendencia que ha
llevado a igualar desarrollo con crecimiento cuantitativo generó que los
gobiernos nacionales tomaran al mundo como un escenario de lucha económica,
donde los países compiten por una mejor posición en el Producto Mundial Bruto (PMB), es decir, el valor total
de la riqueza producida por la sociedad planetaria.
La
sustentabilidad como marco para la educación ambiental
Independientemente de las
diferencias en la forma de entender lo que es la sustentabilidad, los
educadores ambientales deben considerar las dimensiones siguientes:
a) Ecológica, se relaciona
con la preocupación por los ecosistemas y la garantía de mantener en el largo
plazo la base material en la que se sustentan las sociedades humanas.
b) Económica, que implica asegurar tanto las oportunidades laborales, en un
contexto de equidad, para los miembros de una sociedad, como el flujo de bienes
y servicios que satisfagan las necesidades definidas por ésta.
c) Política, que
se refiere, en términos de Guimaraes (1994), en el plano micro, a la
democratización de la sociedad, y en el plano macro, a la democratización del
Estado, y a la necesidad de construir ciudadanía y buscar garantizar la
incorporación plena de las personas a los procesos de desarrollo.
Como señala Barkin (2001),
la sustentabilidad es una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones, lo
que significa que en el mismo grado de preocupación por proteger la diversidad
biológica, la educación ambiental para la sustentabilidad debe procurar
intencionadamente la protección de la pluralidad política e ideológica en las
sociedades modernas, y abrirle cauces para que se exprese, no sólo en las
tribunas públicas donde se realiza el debate social, sino en los espacios de
participación cívica.
La educación, como
fundamento de la sustentabilidad, se reafirmó en la Cumbre de Johannesburgo
mediante un compromiso plasmado en el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre
de Río, realizada en 1992.
Actuales
tendencias de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad
Hay consenso entre los
actores sociales involucrados en el campo de la educación ambiental para la
sustentabilidad de que ésta no posee aún un cuerpo teórico consolidado. Esta
debilidad puede explicarse por varios factores:
a) La corta trayectoria de
esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años.
b) La muy reciente identidad
y despunte de la investigación en educación ambiental.
c) La predominancia de esfuerzos
prácticos, no sólo extracurriculares, sino en muchos casos anti-intelectuales.
d) La preponderante
presencia en el surgimiento y desarrollo del campo de profesionales de las
ciencias naturales que, a pesar de sus muchos aportes brindados, no tenían como
prioridad el fortalecimiento teórico-filosófico y pedagógico de la educación
ambiental.
e) La confluencia de varias
disciplinas para la construcción del campo, que genera una tendencia hacia
paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene la suficiente madurez,
dada su escasa tradición teórica y epistemológica.
Dimensiones
y planos a profundizar en la educación ambiental para la sustentabilidad
La literatura sobre
educación ambiental ha venido planteando que el añadido de temas ecológicos en
los currícula de la educación formal, no formal e informal es una de las
maneras de empobrecer la perspectiva de esta tendencia educativa. En este
sentido, se ha señalado que la educación ambiental para la sustentabilidad
interviene en distintas dimensiones y planos que se vinculan con lo
específicamente educativo.
- La dimensión comunicativa-educativa ambiental. Hasta ahora los procesos de comunicación educativa ambiental han sido poco abordados desde una perspectiva teórica, y más bien se les ha dado un carácter meramente instrumental, especialmente referido al manejo de medios, producción indispensable ahondar en este campo para enriquecer el cuerpo conceptual dela comunicación educativa para lograr un proceso cognoscitivo real en el individuo que apueste a cambios de actitud.
- El contexto de la comunicación en las reuniones de educación ambiental. Para contextualizar la comunicación en un significado amplio y con ello analizar la trayectoria de la educación ambiental respecto de sus demandas a la comunicación, sus alcances, límites y retos, se propone entender la comunicación, en primer término, como un proceso que relaciona a dos o más sujetos permitiendo la producción en común de sentido de acuerdo a reglas convencionales en un contexto sociocultural determinado donde se construye como práctica de significación (Fuentes y Luna, 1984).Entonces, en primera instancia “comunicar” significa compartir, establecer cierta participación en común con alguien (Schramm, 1987). En segunda instancia, la comunicación tiene un carácter colectivo, que ordena u organiza la relación entre los sujetos de una sociedad. En este sentido, la comunicación establece una relación eminentemente humana, que hace uso de determinados medios, canales, códigos para el entendimiento, del consenso, del disenso de la formación de marcos de decisión, de opinión y de interés.
- Relación entre comunicación, educación y organización. Como se ha dicho, en todo proceso educativo la comunicación juega un papel múltiple que pone de manifiesto una forma, un concepto y una teoría de la comunicación que determina de manera general:
· - La producción de mensajes y los medios y
canales de los cuales se utilizan.
· - La forma de construir o acceder al conocimiento.
Es decir, la significación de los mensajes o de la realidad a conocer y a
recrear.
· - El papel transformador de la cultura en
colectividades, al generar una nueva lectura de la realidad y una nueva forma
de relacionarse con ella.
Antecedentes
y avances del marco legal de la educación ambiental en México
En el país existe una
tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental, principalmente, dentro del sector ambiental;
es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre EA se encuentran en
la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación. En este marco
resulta lógico que el proceso de institucionalización de este campo se iniciara
con la creación, en 1983, de la Dirección de Educación Ambiental de la Sedue, a
partir de la cual se ha desenvuelto como un campo emergente muy influenciado
por la educación no formal. En consecuencia, el sistema educativo nacional se
ha sentido débilmente interpelado para incorporar la EA en la currícula de los
distintos niveles educativos.
Aspectos
constitucionales y de la legislación federal
La educación ambiental para
la sustentabilidad, pensada en el marco de los términos de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe considerar la distribución de
las competencias que en materia de educación y de desarrollo sustentable
corresponden a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los
municipios, lo cual que implica:
Garantizar a todo individuo
la educación ambiental para la sustentabilidad, conforme al artículo 2º; y
también a los pueblos y comunidades indígenas, con el fin de conservar y
mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras; garantizar que la
EAS, a través de sus diferentes modalidades, contribuya al desarrollo
sustentable por medio de procesos de información, comunicación, capacitación y
la participación organizada de las personas, para llevar a cabo las acciones
relativas a la protección del ambiente, la conservación y restauración de los
ecosistemas, así como en la prevención y combate contra la contaminación, en
forma individual o colectiva; regular
que la educación ambiental para la sustentabilidad se incluya en los diversos
niveles que conforman el sistema educativo nacional, para contribuir a que los
educandos construyan conocimientos, formen valores, adquieran actitudes y
habilidades y actúen para el mejoramiento del ambiente y eleven su calidad de
vida y la de su comunidad; formular, establecer y aplicar la Política Nacional
de Educación Ambiental para la Sustentabilidad y sus instrumentos, de manera
que sean compatibles con la protección, preservación, restauración y
aprovechamiento sustentable de la biodiversidad y los ecosistemas, con
criterios de democracia, equidad y justicia social; definir las atribuciones
que en materia de educación ambiental para la sustentabilidad corresponden a la
Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, bajo el
principio de concurrencia previsto en el artículo 73 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como establecer las disposiciones
que serán consideradas por los gobiernos locales en la regulación de las
distintas formas de EAS que conforme a la Ley sean de su competencia;
establecer los mecanismos y procedimientos de coordinación, inducción y
concertación entre autoridades, entre éstas y los sectores social y privado,
así como con personas y grupos sociales, en materia de EAS; fortalecer y
promover la investigación educativa y el desarrollo científico, así como la
innovación tecnológica, en materia ambiental, y regular la comunicación
educativa para la sustentabilidad, la difusión y divulgación de información de
contenidos ambientales en apoyo a los programas previstos.
Los
principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por México
Los tratados e instrumentos
globales que deben considerarse para nutrir la política nacional de educación
ambiental para la sustentabilidad son, entre otros, los siguientes:
- Seguridad alimentaria: Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
- Biodiversidad (flora y fauna): Convención para la Protección de la Flora, Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales.
- Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar); Protocolo que modifica la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres; Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres, y Convenio sobre la Diversidad Biológica.
- Comercio e industria (economía): Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994).
- Acuerdo por el que se Establece la Organización Mundial del Comercio; Convención de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); Decisión sobre el Comercio de Servicios y el Medio Ambiente; Informe (1996) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Informe (1997) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Convenio para un Consenso Mundial respecto a la Ordenación, la Conservación y el Desarrollo Sostenible de los Bosques de Todo Tipo.
- Materiales y residuos peligrosos (medio ambiente): Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación.
- Patrimonio cultural y natural: Decreto de Promulgación del Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural adoptado en París el 23 de noviembre de 1972.
- Suelo: Decreto de promulgación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación.
- Atmósfera (medio ambiente): México ha firmado el Acuerdo de Kioto, para colaborar con los programas de Capa de ozono y Cambio climático.
- Medio ambiente y desarrollo sostenible: Acta final de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el Convenio sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos; Objeto de Comercio Internacional; Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, Cumbre de la Tierra, Río 1992.
LA
INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
En nuestro país, a pesar de
su crecimiento, la investigación en educación ambiental (IEA) presenta diversos
problemas y rezagos, como procesos de producción no delimitados,
trastrocamiento entre la práctica y la investigación, difusión limitada de los
resultados y productos, falta de reconocimiento social, inexistencia de una
estrategia de formación que acredite a los investigadores de este campo, en el
marco de un amplio debate respecto de su necesidad, pertinencia, identidad, perspectivas,
objetivos, metodologías, entre otros. Sin embargo, los logros alcanzados se han
constituido como un elemento central para la consolidación del campo de la
educación ambiental. Si bien el camino de la IEA ha sido largo, hoy día se
reconocen avances notables, por lo que su inclusión en la Estrategia de
educación ambiental para la sustentabilidad resulta relevante.
La complejidad de la IEA no
es producto sólo de situaciones internas; también refleja lo sucedido en el
campo más amplio de la educación ambiental, tema abordado en el marco teórico
del presente documento. En este sentido, el debate conceptual, político,
paradigmático y práctico de la educación ambiental enmarca el sentido y la
orientación de la propia investigación, al definir los temas a investigar,
enfoques, prioridades, metodologías y resultados en un proceso continuo,
característico de la dinámica educativa.
EDUCACIÓN
AMBIENTAL NO FORMAL URBANA
La educación ambiental no
formal urbana, constituye una de las modalidades de este campo pedagógico que
ha tenido un mayor crecimiento en los últimos años, lo cual es resultado de
diversos factores, entre los que destacan como consecuencia de estos factores,
en la actualidad se observa una oferta creciente de proyectos de educación
ambiental urbana, que no obstante su diversidad presenta interesantes
coincidencias en cuanto a los problemas ambientales atendidos y los enfoques
prevalecientes.
Las fechas que se conmemoran
con mayor frecuencia en México, con las adecuaciones inherentes a las
características ecológicas derivadas de la ubicación de los centros urbanos en
las distintas regiones del país, son:
- Día Internacional de los Humedales: 2 de febrero.
- Día Mundial del Agua: 22 de marzo.
- Día de la Tierra: 22 de abril.
- Día Mundial del Medio Ambiente: 5 de junio.
- Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía: 17 de junio.
- Día del Árbol: 2do. jueves de julio.
- Día Mundial del Hábitat:1º de octubre.
- Día Nacional de la Conservación. 27 de noviembre.
El calendario cívico y
vacacional hace que prácticamente pase inadvertida la celebración de algunas
fechas, como el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono, que se
conmemora el 16 de septiembre o el Día Mundial de la Diversidad Biológica, que
se celebra el 29 de diciembre.
EDUCACIÓN
AMBIENTAL NO FORMAL EN EL MEDIO RURAL
La EANFMR no es una forma de
organizar la enseñanza que sea homogénea en sus enfoques y propuestas
operativas, a excepción de compartir la misión general de educar para el
cuidado de la naturaleza y de hacerlo de manera desescolarizada.
La EANFMR es una modalidad
que comprende todos los esfuerzos sistemáticos de sensibilización, formación y
capacitación ambiental relacionados con las actividades de los habitantes
rurales en sus espacios cotidianos. De manera complementaria, la EANFMR incluye
los programas que tienen como fin educar ambientalmente a la población, escolar
y no escolar, para el cuidado de la naturaleza, conviviendo con ella en
experiencias educativas. En ese sentido, la
EANFMR comprende los planes,
programas y proyectos que se realizan en centros culturales ambientales.
Organismos
gubernamentales
En la década de los años 80
se inicia el registro de la intervención de esta clase de organismos en
programas de EANFMR.4 La Secretaría de Salud y la Secretaría de Desarrollo
Urbano y Ecología (Sedue) fueron pioneras. En los años 90 se fortalece la
EANFMR con la participación del Consejo Nacional de Población (Conapo), el
Instituto Nacional Indigenista (INI) y el Instituto Nacional para la Educación
de los Adultos.
MISIÓN, VISIÓN Y OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
Misión
Desarrollar políticas
públicas en materia de educación ambiental para la sustentabilidad, tanto en el
plano nacional como local, que favorezcan la construcción de una cultura
ambiental, el incremento en la calidad de vida de la población, el fortalecimiento
de la ciudadanía y de las múltiples identidades culturales del país, y la
protección de los ecosistemas y su biodiversidad.
Valores
La misión tiene sentido en
el marco de una ética ambiental que considera un repertorio de valores humanos,
entre los que destacan los siguientes, sin menoscabo de otros que aporten a la
sustentabilidad:
· - Respeto a la vida en todas sus
manifestaciones, especies y ciclos naturales.
· - Equidad y solidaridad (justicia social y
económica, corresponsabilidad, compromiso con los pobres).
· - Respeto a la diversidad humana (tolerancia a
las diferencias, colaboración, observancia de los derechos humanos).
Visión
En México, en el año 2014,
la educación ambiental para la sustentabilidad es una política pública,
construida con amplia participación social, en los ámbitos de gobierno federal,
estatal y municipal, que se manifiesta de manera transversal en los quehaceres
sociales y es un elemento estratégico en el Plan Nacional de Desarrollo, en el Programa
Nacional de Educación y en el de Medio Ambiente, así como en los programas
sectoriales nacionales y estatales, en especial los de medio ambiente,
educación y desarrollo.
Existe una estrategia
nacional en operación con impactos sociales y ambientales que favorecen un
cambio cultural impulsado por una sociedad activa que diseña y ejecuta
programas y proyectos consolidados, fundamentados en una institucionalidad
fuerte, en una ciudadanía crítica y participativa, en la incorporación de la
educación ambiental para la sustentabilidad en todos los niveles educativos, en
una amplia y sólida oferta de formación de educadores y de promotores, así como
en la investigación y divulgación científica y la revaloración de los saberes
tradicionales.
Objetivos Estratégicos
Se consideran los siguientes
objetivos estratégicos, los cuales tienen su sentido en la misión y procuran,
por lo tanto, contribuir a su cumplimiento:
1. Consolidar la educación
ambiental para la sustentabilidad como una política pública fundamentada en una
legislación, tanto específica, como transversal, a otros campos relacionados;
en una institucionalidad sólida, gubernamental y civil; y en recursos
financieros significativos para la realización de programas y proyectos
relevantes que tengan como fin la construcción de una cultura ambiental en el
país.
2. Conformar una amplia
oferta de formación ambiental que permita al país y a sus distintas regiones
contar con docentes, educadores y promotores ambientales y recursos humanos
estratégicos y operativos, profesionalizados, capaces de responder a las
demandas que en materia de EAS plantee la construcción de la sustentabilidad y
de una ciudadanía crítica, propositiva y activa en los ámbitos nacional,
estatal, municipal y local.
3. Contar con marcos
jurídicos e instituciones nacionales, regionales y locales responsables del
desarrollo de la educación ambiental para la sustentabilidad, y con mecanismos
de concertación, coordinación y cooperación interinstitucionales e
intersectoriales capaces de operar las políticas públicas definidas en este
campo educativo.
4. Consolidar el campo de
conocimiento en materia de EAS a través de programas de sistematización y
evaluación de las prácticas, de impulso a las innovaciones educativas, de
formación de investigadores, de mecanismos de articulación, comunicación,
difusión e intercambio de experiencias entre los educadores y promotores ambientales.
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA
En función del diagnóstico
realizado, de la misión, de la visión y del análisis FODA, se definieron cuatro
asuntos estratégicos, es decir, asuntos que inciden en todas las modalidades de
educación y comunicación ambiental que se abordan en los capítulos de
diagnóstico de la EAS y que requieren una atención prioritaria para que el
campo de la EAS no pierda las posiciones ganadas, entre en decadencia o se haga
irrelevante en el conjunto de los esfuerzos educativos y en el proceso de
construcción de la sustentabilidad en el país. Así mismo, para cada uno de los
cuatro asuntos estratégicos se definieron las líneas de acción que deben
considerarse, los objetivos y las acciones cruciales centrales a realizar. Cabe
destacar que este capítulo no fue elaborado desde el principio de
exhaustividad, sino que se han incluido sólo aquellas ideas que los foros de
consulta, los expertos y los documentos revisados plantean como centrales o prioritarios;
en este sentido, por ejemplo, las acciones cruciales propuestas son las que
lograron mayor nivel de consenso, y son sólo algunas de las muchas que pueden
proponerse para fortalecer el campo.
OPERACIÓN
DE LA ESTRATEGIA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
Para el establecimiento y
consecución de la misión, los objetivos y las metas de la Estrategia de
educación ambiental para la sustentabilidad en México es necesario considerar
algunos puntos de partida que establecen los acuerdos básicos de operación,
derivados del proceso de consulta a la comunidad de educadores ambientales en
el país.
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